
LOS REFLEJOS DEL ESPEJO
Antes de entrar al universo del conocimiento y de la diversidad, ella sentía como su rostro se reflejaba en los espejos de las ventanas de los carros, en los charcos de agua que había en la calle por el aguacero de la noche anterior , se sentía perseguida como si fuera forzada a tener que estar viéndose a sí misma casi a todo momento, esto era para ella todo una pesadilla, ya que estaba inconforme con su físico en especial su rostro, que le parecía que no era lo más estético del mundo, por esas razones poco a poco considero que el espejo era el objeto que más le fastidiaba y atemorizaba, no había peor cosa que ver su rostro reflejado en un espejo.
Caminar, caminar y caminar para ver como la sombra de alguna manera, no muy visible resaltaba la figura de su rostro,la hacia pensar que ya no encontraría paz y que seguramente todo era obra del gran espejo malvado, uno que tenía la función de rey y gobernaba a todos los espejos de los baños de los edificios, cafeterías y oficinas, en este universo del conocimiento ya no encontraría tranquilidad alguna, pues solo le bastaba la sensación de pasar por un baño y ver como su rostro se reflejaba en el vidrio de un espejo, de ese objeto maligno que existía para hacerle recordar su rostro mal hecho, que no le agradaba a nadie y menos a ella y menos a ella se avergonzaba de cada una de sus partes, de esos ojos grandes, de esa nariz chata, de esa boca pequeña y de ese bozo que apesar de las rasuradas crecía constantemente de una manera tan rebelde, haciendo que los pelos se le metieran en su pequeña boca.
Ella evita a toda costa que el reflejo del espejo se atravesara por sus ojos como un dardo que se mete en el alma, lastimándola y desgarrándola, cada vez más estaban presentes esos objetos malignos. Sabe que la guerra contra el rey malvado de los espejos se va poner más complicada, él quiere destruirla avergonzarla tanto que ella termine volviéndose más loca de lo que probablemente está, y termine encerrándose en sí misma para siempre, que no pueda vivir sin la necesidad de reprocharse a cada momento, por medio del reflejo de un espejo lo inconforme y agobiada que siente que es su vida. En realidad ya alucinaba porque quizá no existía ningún rey malvado que mandaba a los espejos a atormentarle su existencia, seguramente esa inseguridad que la caracterizaba le hacía pensar que en un vidrio con un marco, algunos de madera, otros de plástico o de cualquier otro material reposaba el peor de los enemigos que un ser humano puede tener, un espejo.
Los días pasaron y las cosas no cambiaban, ya le temía hasta que las personas que estuvieran a su alrededor se acercaran y se miraran a un espejo, ya sea de esos pequeños que van en el bolsillo o de esos grandes que van el cuarto y están ahí para apreciar cada milímetro del cuerpo de su víctima, sí victima porque así veía a ella a cada persona cuando se acercaba a contemplarse en ese vidrio que lo único que hacía era agobiar y asfixiar con su reflejo cada rosto que por él se atravesaba, qué locura!.
La pobre mujer ya estaba desquiciada y aborrecía a los espejos sin razón alguna porque todo pasaba en su cabeza, definitivamente no existía ningún rey que mandara a los espejos atormentarla y menos una guerra que ella decía que iba a suceder, pero de repente el silbido de un pájaro le saco una de esas sonrías que la animaron tanto que sin darse cuenta paso por el baño y vio el reflejo que el espejo trasmitía y contrariamente ya no vio a la mujer de ojos grandes, nariz chata, boca pequeña y bozo rebelde, ahora era el rostro de una mujer de ojos luminosos, nariz pequeña y un bozo que se esparcía uniformemente alrededor de una gran sonrisa que se alejaba de toda vergüenza y sosiego, entonces comprendió que ¨la vida es como un espejo te sonríe si lo miras sonriendo¨.
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